
Este es un paseo que dí hoy 27 de septiembre a las 10 de la mañana con una temperatura de 23 grados. Ya estamos en otoño y el campo te ofrece unos contrastes propios de la época en que estamos. Después de saltar la valla de la zona protegida de La Rocina, anduve unos kilómetros y me fui acercando a través de matorral bajo al arroyo. Bordeando el bosque de ribera, me salieron dos ciervas asustadas, a las cuáles estuve observando un buen rato hasta que se marcharon. Me sorprendió cuando por lo visto la que era la madre, llamaba con unos ladridos a la cría.
A parte, sólo vi una pareja de águilas culebreras volando a las que oí incluso.










