En esta ocasión, les cuento una quedada fotográfica el la aldea de El Pozuelo, cerca de Zalamea la Real, donde existen unos dolmenes que nos sirvieron de modelos para cazar el firmamento. Mi amigo Pedro Miguel Aceitón y yo nos encajamos allí con cantidades ingentes de viandas y bebidas, de las que dimos buena cuenta.

El silencio y la completa oscuridad eran estremecedores, solo roto por los destellos del flash y nuestras linternas. Pasamos una buena noche, el termómetro marcaba 5,4 º, pero se aguantaba bien, hablando de conceptos fotográficos, tratando de quedarme con todo, casi imposible, ya te lo digo yo y a veces hablando de cosas mas mundanas, como la crisis.